martes, 20 de febrero de 2007

Sinopsis de la sesión del 7 de febrero

La sesión del 7 de Febrero giró alrededor de la teoría de la sociedad de redes de Manuel Castells. La discusión trató de incluir algunos ejemplos concretos referentes al tema de educación y democracia. Algunas de los puntos discutidos fueron:

  • La teoría no es nueva y retoma desarrollos en antropología o los mismos libros de Castells hace 20 años.
  • El uso de la tecnología no nos lleva directamente a una mayor participación de la sociedad. No debemos perder de vista aspectos políticos y sociales más amplios. Sin embargo también se señaló que si no se entiende cómo se usa la tecnología para “dominar” entonces tampoco sabremos cómo utilizarla para “democratizar”
  • El uso de tecnología presenta resistencias. Tal como afirma Castells, las nuevas tecnologías van acompañadas de cambios en los medios de producción, las estructuras de poder y las experiencias cotidianas. Usar tecnología implica cambios culturales
  • Aunque se hablan de algunos tipos de resistencia, Castells no incluye la “resistencia pasiva” de los “dominados”
  • Se dio un ejemplo de cómo un padre de familia, a través del internet (¿o la internet?) puso a disposición de otros padres ejemplos de cómo participar en la escuela y se hicieron ciertos cambios a raíz de ello. Sin embargo también se apuntó que en muchos casos el uso de la tecnología ha sido “más por entusiastas que expertos”
  • Se habló de cómo, hace algunas décadas, se intentó dotar de centros de documentación a varias comunidades con el fin de acercarles recursos para el cambio social. Sin embargo, hubo varias cuestiones, entre ellas culturales y de acceso, que hacían que éstos no funcionaran tan bien como se había pensado. Se habló también de que, a diferencia de dichos centros, el internet no es sólo una fuente de información, sino esencialmente una red interactiva de relaciones que potencializa las posibilidades de asociación y creación colectiva.
  • Se señalaron algunos posibles problemas del internet: la excesiva basura virtual, la no siempre cierta fuente de información, el exceso de información y los límites de los buscadores. Se planteó igualmente la necesidad de diferenciar los conceptos de información y conocimiento. Sin embargo se dio también el ejemplo de autorregulación (por ejemplo de la wiklipedia) que se mantiene relativamente libre de basura y vandalización gracias a su carácter colectivo. También se señaló como los nuevos desarrollos del internet apuntan hacia una naturaleza cada vez más colectiva de su construcción.
  • Se trató de poner como ejemplo de una red a la historia misma de COMEXANI, pues de alguna manera fue el resultado de una serie de relaciones sociales que se combinaron para oponerse a la visión dominante del gobierno sobre el estado de la infancia en México. Sin embargo los participantes afirmaron que ellos mismos no se consideraron una red y que no se dio el uso del internet.
  • Se propuso que en su práctica, ACUDE promueva una “resistencia inteligente”, aunque se cuestionó que se usara ese término para promover sus acciones








martes, 6 de febrero de 2007

Más sobre sociedad de redes,sesión 7 de febrero

En este documento voy a basar parcialmente la presentación de mañana miércoles 7 de febrero: Marco

Ideas sobre la teoría de la sociedad de redes.

La teoría de la sociedad de redes según Castells pertenece a la tradición crítica iniciada por la escuela de Frankfurt. Ello significa que, en parte, se inspira en el materialismo histórico, pero criticándole. Desde este punto de vista, ni el capitalismo ni el socialismo real han logrado construir sociedades justas ni satisfactorias. La teoría crítica, desde su inicio, asume que la teoría social puede y debe criticar la realidad existente para ayudar a construir una realidad mejor. Manuel Castells basa su teoría en datos recolectados en varias partes del mundo, incluyendo México. Así mismo, su análisis comprende aspectos económicos, técnicos, políticos y culturales.

El argumento es que en la actualidad vivimos una nueva fase del capitalismo, donde éste se ha renovado y ha trascendido varias de las estructuras que más o menos habían logrado contener sus aspectos más negativos. A pesar de que ciertos sectores de EU y Europa experimentan la mayor calidad de vida que se haya vivido anteriormente, esto ha sido posible, en parte, gracias a los grandes retrocesos de amplios sectores en el resto del mundo, no sólo económicos sino también sociales y culturales (derechos humanos, derechos laborales y acceso a la educación por ejemplo)

Aunque no se ha atribuido el cambio exclusivamente a la tecnología, ésta ha sido sin lugar a dudas uno de los elementos más importantes de dicha transformación (otro es la caída del socialismo real). Es gracias al desarrollo de la tecnología informática que los medios de producción, las estructuras de poder y la experiencia cotidiana son ahora sustancialmente distintos a como eran, digamos, hace unos 50 años.

Durante la etapa industrial la producción en masa y la industrialización (medios de producción) de los bienes de consumo fueron la base de la urbanización y de la determinación de los roles básicos de gobiernos-nación, de la burguesía y de los trabajadores organizados como sindicatos (estructuras de poder y manejo de conflicto). Durante esta nueva etapa del capitalismo, la producción se basa en el desarrollo tecnológico a través de computadoras y procesos automatizados. La masificación de los productos con cada vez menor necesidad de la fuerza laboral ha reducido los gastos de producción y amainado el poder de negociación de estados-nación, partidos políticos y sindicatos. La experiencia cotidiana se estructura, cada vez más, con los nuevos medios que lejos de ser masivos se enfocan a públicos restringidos y selectos independiente de su ubicación geográfica. Las identidades que solían fundarse en elementos geográficos (estado nación), participación política a través de partidos políticos y tradiciones locales (p.e. machismo) tienden a perder sentido para las nuevas generaciones (obviamente con sus respectivas excepciones, mismas que también son analizadas por Castells). Los elementos culturales también han comenzado a crearse independientemente de las condiciones concretas y locales (lo cual era otra premisa básica del materialismo histórico clásico: las condiciones materiales delimitaban la creación cultural).

Los medios de producción a través de la tecnología informática sirven para continuar produciendo bienes, pero de forma más importante para producir conocimiento y tecnología. Los productos más valiosos no son bienes materiales sino virtuales. La posesión de patentes representa así, un indicador de riqueza y poder que trasciende fronteras (ya no lo es necesariamente la extensión territorial o la simple posesión de energéticos). El conocimiento y el poder se construyen colectivamente a través de los nuevos medios independientemente de la ubicación geográfica de los trabajadores en una forma similar a los nodos de una red: no existe un centro de producción y poder sino una estructura de varios centros interdependientes no necesariamente permanentes y que se interconectan virtual y físicamente. La tecnología informática a impulsado exponencialmente la capacidad de manejar información, difundirla y lucrar con el conocimiento.
Ya no puede hablarse de colonias y colonizadores; en todos los países hay un o varios poderes locales que reproducen la estructura global y conectan la riqueza y el consumo local con el resto del mundo. Cierto es que los nodos se diferencian en sus prácticas, algunas más autoritarias, algunas más democráticas, sin embargo todas han perdido un amplio margen de decisión ante la estructura global.
La producción de bienes se organiza a través de redes de producción, donde ciertos componentes son creados o manufacturados en lugares distintos de donde son ensamblados y ofertados. La tecnología también sirve para “escanear” al mundo y encontrar los lugares que ofrezcan mejores recompensas a los inversionistas. Sin embargo las ganancias no necesariamente benefician a las poblaciones locales que las producen o ensamblan en un proceso típicamente capitalista en el que se optimiza la explotación del hombre sobre el hombre. Consecuentemente, estar fuera de la red es estar fuera del mundo. La estructura de red que tiene el internet se asemeja a la estructura global de poder. La falta de acceso a la red amplifica, más que nunca, la desigualdad global y local. Millones de personas, y de hecho continentes y subcontinentes, son absolutamente irrelevantes para el gran capital, la producción y el consumo. De esta forma, las decisiones trascendentes para la gente común ya no se toman localmente a través de elecciones (Castells dice que ésto sí pasó, hasta cierto punto, en el primer mundo) ni de la organización de trabajadores negociando con los dueños de la industria local. Si los trabajadores durante la era industrial fueron enajenados de los bienes que producían mediante la masificación, los trabajadores actuales han sido enajenados de los medios para tomar decisiones de consumo en sus vidas cotidianas.

Las relaciones laborales también han sido transformadas. Los dueños de los medios de producción tienen sólo contacto virtual con la mano de obra. Cuando el capital encuentra dificultades en algún eslabón de la cadena de producción o consumo simplemente “desconecta el switch” del eslabón sin necesidad de negociar ni con los trabajadores ni someterse a la legislación local: por el contrario, tiene el poder de imponer condiciones en ambos niveles, lo que incrementa más la ganancia obtenida. Entre estos cambios es notable la reducción de empleos permanentes y de tiempo completo. Los trabajadores necesitan mantenerse en constante actualización de los adelantos tecnológicos para poder conservar sus puestos y estos puestos de todas formas se transforman con los nuevos adelantos tecnológicos. Estas condiciones son ideales para aniquilar definitivamente la oposición de trabajadores organizados. Los empleos de la nueva era son cambiantes, se requiere de la flexibilidad de la oferta laboral –es decir, que los trabajadores se capaciten solos en el uso de las nuevas tecnologías-, son eventuales, lo que reduce la aportación del gran capital al bienestar social, gran parte de ellos requieren de trabajo sólo en las terminales de la red (aislados y fuera de centros de trabajo) y en una gran proporción son de bajos ingresos. Los trabajadores que no tienen acceso al uso de las nuevas tecnologías están condenados a condiciones aún más restringidas y al área de servicios, con muy pocas posibilidades de movilidad social. El concepto clásico de las clases sociales y su lucha, basados en la posición en la cadena productiva, ya no tiene sentido en la nueva era. El acceso a la educación superior –particularmente en instituciones ligadas a los centros de poder en el mundo- y el manejo de las nuevas tecnologías determina más claramente la diferenciación social.

El proceso social, sin embargo, también ha evolucionado. Al igual que en fases anteriores, el capitalismo se propone hacer las máximas ganancias posibles. La forma de control, aislando económicamente a los focos de conflicto es quizá más efectiva que la guerra misma (lo que no ha evitado el desarrollo bélico basado en las nuevas tecnologías). Pero las formas de resistencia también han adaptado una estructura de redes para oponerse a los efectos del capitalismo global y utilizan los nuevos medios para hacerlo. Entre los ejemplos más claros está el de los zapatistas quienes se convirtieron en la primera “guerrilla virtual” y trascendieron no por el apoyo local en el estado-nación mexicano sino por el apoyo global. El elemento que logra convocar y reunir la oposición a la dominación es una identidad que se opone a ser arrasada por lo global. Dicha identidad se compone de valores y esperanza, con los que se integra a la red para incidir en ella. La característica común de todos los movimientos sociales surgidos en la era de redes es su oposición a la forma en que la globalización se está llevando a cabo. Sin embargo sólo unos cuantos logran dar el paso de oponerse (resistance identity) a proponer alternativas (project identity). Los movimientos sociales que logran trascender lo hacen en la medida que son capaces de relacionar sus necesidades locales con la problemática global: de ahí que reciban apoyo global, haciendo claro su sustento afectivo, valoral y, en un sentido amplio y positivo, utópico.
Castells intenta resumir la tendencia de los nuevos movimientos sociales no como antiglobalizadores sino más bien bajo el eslogan “no a la globalización sin participación (o representación)”. En este sentido, el gran reto del momento es la reinvención de la democracia en la nueva estructura donde identidades, educación y participación formen parte de la ecuación.


Castells, M. (2000) The Rise of the Network Society. Second Edition. Malden: Blackwell Publishing.Castells, M. (2001) End of Millennium. Second Edition. Malden: Blackwell Publishing.Castells, M. (2004) The Power of Identity. Second Edition. Malden: Blackwell Publishing.
Castells, M (2001) La Galaxia Internet. Madrid: Plaza y Janés

sábado, 3 de febrero de 2007

Más sobre los pensadores citados

Para profundizar un poco más en los autores citados se encuentran los siguientes enlaces:

Entrevista a Carlos Cullen sobre el tema de la crisis .

Edgar Morin y pensamiento complejo, este autor también se interesó en aspectos sobre la educación analizando 7 saberes para una educación del futuro.

Alain Touraine, sociologo quien acuño el término de sociedad postindustrial, se ha interesado en la trasformación de las ciudades. Una entrevista sobre el tema de la globalización.

viernes, 2 de febrero de 2007

Maru nos manda una reseña de la sesión anterior

El 17 de enero iniciamos la discusión sobre el tema de democracia y la participación ciudadana. Utilizamos como disparador de la discusión el documento elaborado por Ana Corina, a solicitud de ACUDE, en 2001.

En la reunión, Ana Corina consideró conveniente hacer una breve presentación de los autores y los conceptos que se retoman en el documento base. Menciona, entre otros a:

Carlos Cullen filósofo de la educación y su concepto de lo público, no como contradicción de lo privado sino como fin común.

Edgar Morin y su concepto del pensamiento complejo, los opuestos como complementarios y la contradicción como oportunidad de abrir el panorama.

Norberto Lechner, el peso de lo privado y la democracia como estilo de vida.

Alain Touraine y el concepto de sujeto social. La oposición entre sujeto ciudadano y sujeto de consumo.

Se hicieron comentarios sobre el documento:

Paco menciona que al leer el documento sintió cierta contradicción, porque al no hacerse explícito el contexto en el que se escribió el documento, es difícil ubicar el momento.

Piensa que debemos analizar algunos de los conceptos ahí mencionados, por ejemplo se habla de modernidad, desintegración, identidad. Plantea sus dudas de si México ha llegado a la modernidad. Él se pregunta si en algún momento hubo integración y si podemos hablar de identidad?

Propone que se revise si en algún momento ha sido el deseo de México de ser democrático, o si realmente hay que promoverlo ahora aunque pareciera demasiado tarde.

Marco por su parte sugiere que se incorpore más el enfoque de diálogo, resolución de conflictos y las teorías sociológicas más contemporáneas que hablan de la Sociedad Global. Revisar a Castells –el poder de la identididad.

Menciona que tal vez ACUDE está más cerca del concepto de identidad desde el contexto local, pero abierto a lo global, como en el Zapatismo.

Maru menciona, que en el proyecto de ACUDE hemos retomado la idea de Bernardo Toro de que la democracia es una decisión que implica preguntarse cómo son las relaciones democráticas, cómo son las instituciones democráticas.

Tomamos como marco los DD HH como acuerdo mínimo que se ha logrado, “Universal”, aunque más bien es occidental. Y tomando los DD HH como un proceso en permanente revisión.

Menciona que en el trabajo en campo es importante hacer explícito que nuestro marco son los DD HH, y presentar esa propuesta cuidándonos del adoctrinamiento. La propuesta promueve la autonomía del sujeto, y preserva el derecho del sujeto de construir su propia propuesta.

La idea es promover la convivencia conforme a los valores de la democracia, incluir la voz de los niños y niñas en la toma de decisiones y favorecer la participación ciudadana.



Si alguien más quisiera enriquecer la memoria, por favor manden sus comentarios